El último día de Tailandia lo íbamos a pasar en Bangkok. Pero el conductor que nos llevó a Ayutthaya nos contó que también hacía excursiones de un día al Elephant Haven, un santuario de elefantes en Kanchanaburi y no pudimos resistirnos!
Elephant haven, un santuario de elefantes en Kanchanaburi
El Elephant Haven es un santuario de elefantes situado en Kanchanaburi que recupera y rescata a elefantes que habían sido utilizados en circos, espectáculos y paseos para turistas.
Los elefantes son animales salvajes y fieros y para «domesticarlos» lo que se les hace es maltratarlos, directamente. Los someten a palizas para amansarlos, les pegan, los encierran en jaulas…..y todo porque a alguien le hace gracia subirse a uno.
En esta reserva lo que hacen es rescatar a estos elefantes y llevarlos a la selva donde los dejan vivir en libertad. Por ahora tienen pocos elefantes, creo que 9, pero luchan por conseguir liberar a más.
No es barato porque nos costó unos 300 euros. Pero sabes que es por un bien mayor. Con ese dinero alimentan a los elefantes y apoyas su causa contra el maltrato animal. Incluso ofrecen la posibilidad de dormir en unos bungalows que tienen para les ayudes a cuidar a los elefantes durante algunos días.
Que haces en un santuario de elefantes?
En un santuario de elefantes lo que haces es estar con los elefantes, prepararles la comida, alimentarlos y los acompañas en su paseo por la selva. Hay algunos lugares donde también puedes bañarlos.
Es una de las experiencias más bonitas de mi vida. Al principio te dan miedo porque son muy grandes. Sin embargo a los 5 minutos te das cuenta de que son un amor. Solo quieren que les toques y que les desde de comer jaja.. Son unas gordis!
Les preparamos sandías pequeñas cortadas en 4 trozos, bolitas de arroz y plátanos. Es muy guay verlos comer: acercan la trompita, les pones la comida, la giran y a la boca! Eso sí, no tienen fin!
Luego tocó el paseo matinal por la selva y nosotros simplemente les acompañábamos en su paseo. Llegamos a un río y algunos se remojaron allí. Si quieres, puedes meterte en el río con ellos, pero siempre sin molestarlos.
Hicimos un mini break para comer un poco de arroz frito con pollo y frutas y entonces nos tocaba el baño. Entras en el río con tu elefante, Fairy, un cepillo y a frotar! Al acabar él mismo se hunde para enjuagarse y luego te moja a tí con su trompa en señal de agradecimiento. Moría de amor!😍
Aunque eso he de decir, que no acabo de convencerme. Los elefantes durante su paseo matinal ya se bañan y esto lo hacen porque a los turistas les gusta. Está claro que al animal no le haces ningún daño porque solo estás jugando con él, pero a lo mejor no le apetece al pobre. Sería mejor que los dejaran todo el día a sus anchas.
Aún así, la experiencia en el Elephant Heaven, fue super recomendable. Además, con tu dinero ayudas a mantener este tipo de santuarios y que sigan rescatando a elefantes maltratados.
Antes de llegar a la reserva hicimos una parada técnica para ver el famoso río Kwai.