No podíamos marcharnos de New York sin pasar un día en Brooklyn, el barrio más de moda de Nueva York
La mejor manera de llegar a Brooklyn es con el metro en la línea L a Bedford Avenue aunque también se puede llegar en ferry.
La primera zona que visitamos fue Williamsburg, la zona hípster del momento.
Andamos por sus calles llenas de grafitis, compramos en un mercadillo de segunda mano y como no, hicimos mil fotos del skyline de Nueva York. El barrio estaba lleno de bicicletas, restaurantes vegetarianos y bares donde tomarte un smoothie. Nos encantó!
Después de la caminata decidimos ir a hacer un brunch. Elegimos un restaurante polaco llamado S&B en el 194 de Bedford Avenue. Nos costó 38 USD.
El típico brunch consiste en huevos, ya sean revueltos, benedict o fritos, con tostadas y bacon. También puedes añadirle patatas, champiñones o incluso tomates. Lo típico es acompañarlo con una mimosa, un cocktail a base de champagne y zumo de naranja natural.
El brunch se inventó en Nueva York. Es una mezcla de breakfast y lunch. Se ideó en los hoteles neoyorquinos para los clientes que se iban de juerga por la noche y no se levantaban a la hora de desayunar. La moda se fue extendiendo y hoy en día es super típico quedar los domingos para hacer un brunch. Os recomiendo este sitio en Manhattan llamado Penelope’s pero tendréis que reservar porque se llena.
Después del super brunch, decidimos caminar un poco (por no decir muchísimo). Fuimos al inicio del puente de Williamsburg.
Seguimos andando y atravesamos andando el barrio de los judíos ortodoxos. Ese era un día escolar y pudimos ver mejor la vida del día a día. Aunque a ellos no les gustó mucho nuestra presencia…
Después de eso atravesamos un barrio bastante chungo (a paso ligero jeje) para llegar al lado del río y ver el Manhattan bridge por encima nuestro.
Nos quedamos cerca del río y llegamos hasta el Jane’s Caroussel. Pasamos por debajo del Brooklyn bridge y por fin llegamos a Dumbo para ver el atardecer sobre el skyline de Manhattan.
Nos quedamos cerca del río y llegamos hasta el Jane’s Caroussel.
Pasamos por debajo del Brooklyn bridge y por fin llegamos a Dumbo para ver el atardecer sobre el skyline de Manhattan.
Esos atardeceres es algo que no podéis perderos. Lo que sí que podéis perderos es la caminata de 5km 🙂