Cuando empecé a planificar mi viaje por Austria sabía que tenía que ir al Campo de concentración de Mauthausen. Nunca había estado en un campo de exterminio nazi y quería ver en primera persona el lugar donde tantas atrocidades se cometieron. Sin duda, uno de los periodos más oscuros de la historia de la humanidad.
Mauthausen empezó siendo un campo pequeño pero acabó siendo uno de los mayores complejos junto con Auschwitz y Dachau y uno de los campos de concentración más duros de Europa. Fue catalogado como Campo de Grado III, el único junto con Gusen, para prisioneros catalogados como «enemigos políticos incorregibles del Reich«. Se cree que murieron entre 120.000 y 320.000 personas. A la liberación del campo habían más de 85.000 personas recluidas.
Como llegar al Memorial de Mauthausen
Empecé a mirar cómo llegar en transporte público y era una odisea. Se podía ir en tren, en un viaje de dos horas y media, pero el tren te dejaba en el pueblo de Mauthausen. Según Google Maps eran 4 kilómetros de caminata hasta el Memorial. Se podía coger un bus pero no había mucha info… Como no lo vi claro, me puse a buscar un coche de alquiler.
Encontré por Skyscanner un coche por 28 euros al día con seguro a todo riesgo incluido y la oficina de alquiler estaba en el centro de Viena. Era perfecto para mí! Y toda una aventura 🙂 El campo se encuentra a menos de 2 horas en coche desde Viena. Y ya que tenía alquiler por un día completo, me daría la oportunidad de explorar otras zonas de Austria antes de volver a Viena.
Excursión a Mauthausen de 1 día
Esa mañana me levanté muy temprano. Quería aprovechar a tope el día! La oficina de alquiler abría a las 7 y media de la mañana y ahí estaba yo con mi café para entrar en calor. Me dieron un coche super pequeñito, un Volkswagen Up que cumplió su cometido a la perfección. En poco tiempo tuve el papeleo hecho y me lancé a la carretera.
A las 9 y media, después de haber parado a desayunar llegaba a Mauthausen. Cuando tuve que subir la cuesta hacia el Memorial con el coche en primera porque no podía subir la pendiente pensé: suerte que no viniste en tren!
Era un jueves y el aparcamiento estaba casi lleno, pero con un mini coche siempre encuentras hueco. Aparqué y me dirigí al punto de información. No hay rutas guiadas dentro del campo, sólo para grupos. Pero venden una audio-guía con mapa por 3 euros. Para mí era el plan perfecto, ya que prefería disfrutarlo a mi ritmo.
Mauthausen Memorial
Al salir del punto de información, lo primero que ves es la puerta en la que los prisioneros españoles colgaron la pancarta «los españoles antifascitas saludan a las fuerzas liberdoras» a la liberación del campo. En la parte superior había una águila, símbolo del régimen Nazi, que fue derrumbada el día de la liberación.
Por si muchos no lo sabéis, en el campo de Mauthausen hubo más de 7.500 prisioneros españoles. Muchos murieron allí, se cree que cerca de 4.400. Pero otros jugaron un papel muy importante en la liberación del campo y el posterior enjuiciamiento en los famosos Juicios de Nuremberg.
Si no la habéis visto, os recomiendo fervientemente que veáis la película «El fotógrafo de Mauthausen«. En ella podréis aprender mejor el papel de los españoles en el campo, su vida, sus penurias y su liberación final. No os contaré nada para no hacer spolier 😉
Las afueras del Campo de Concentración
Alrededor del campo es todo muy verde, arboledas y prados… incluso podrías llegar a pensar «qué bonito!»
El campo está en un lugar elevado desde el que ves el pueblo. «Sabrían lo que pasaba aquí?» se viene a tu cabeza…
En ese momento, aprietas el 1 de tu audio-guía y te explican que allí había un barracón donde llevaban a los reclusos que estaban enfermos y no podían trabajar a que murieran, sin darles asistencia médica ni apenas comida. Pero lo peor, es que allí los domingos hacían barbacoas y partidos de fútbol los trabajadores del campo con los locales, mientras había gente muriendo al lado. En ese momento noté como se me ponían los pelos de punta…
Te transportas varias décadas atrás gracias a los audios. Intentas imaginarte como sería ese lugar en el 1944. Imaginas que hubiera sido de tí en un lugar así. Estás totalmente inmersa en tus pensamientos hasta que llegas a una zona alambrada. Nada más llegar sabes lo que es y un escalofrío recorre tu cuerpo. Ahí lo tienes delante, el Muro de los Paracaidistas.
Para quien ha visto la película, lo sabe nada más llegar. Para los no iniciados, estas escaleras eran la bajada a la cantera. Allí los reclusos extraían materiales para la construcción. Pero su nombre no lo recibe por eso. Sino porque se realizaban exterminios masivos lanzando literalmente a los prisioneros desde arriba de las escaleras al fondo de la cantera.
Paseando por diferentes memoriales donde antiguamente estaban situadas las casas de las SS llegas a la puerta trasera del campo de concentración. Hoy en día abierta, antaño cerrada recluyéndote en un lugar del que deseabas salir incluso sin haber llegado a entrar.
En el corazón de Mauthausen
Delante nuestro, un patio gigante donde hacían formación y pasaban lista todos los días para evitar fugas. Cuando había una falta, podían dejarlos en formación durante horas a la intemperie, sin abrigo, bajo la lluvia o la nieve y sin comida…
Primero bajas a la zona de las duchas, la primera etapa de los recién llegados. Allí despojaban a los reclusos de sus pocas pertenencias, incineraban su ropa en el crematorio, les rapaban la cabeza, les duchaban y les daban su nuevo uniforme de trabajo. Una forma de humillarlos y deshumanizarlos.
Poco queda del antiguo campo. Los barracones eran de madera y el paso del tiempo y su posterior abandono los hizo desaparecer. Hoy en día lo que vemos es una reconstrucción. Allí te haces cruces cuando oyes que en ese barracón metían a más de 400 personas durmiendo unos encima de otros, en colchones malolientes de paja.
Todo el campo estaba rodeado de una valla electrificada. Cuentan, que las SS se divertían tirando a los reclusos contra las vallas para que murieran electrocutados. Luego, solo tenían que escribir en su libro de actas que ellos se habían tirado a propósito para suicidarse. Donde antiguamente hubieron barracones hoy hay cruces para homenajear a los muertos en el campo.
Ya sólo faltaba la última parada, no imaginaba lo dura que podía llegar a ser. El camino acontece entre fotografías de los muertos en el campo y recordatorios de sus familias. No hace falta que la audio-guía te diga lo que tienes en frente, es la cámara de gas. Es imposible no echarte las manos a la cabeza. Cómo se le pudo ir tanto la cabeza?
Y entonces te fijas y ves que algunos indeseables han estado pintando en el marco de la puerta pequeñas esvásticas. Me pareció de un mal gusto horrible. Creo que debería ser una visita obligada para todos los colegios al menos una vez en la vida para que nunca se olvidé qué pasó allí.
Quien olvida su historia está condenado a repetirla
De ahí accedes al crematorio y la sala de autopsias donde se utilizaban los cadáveres para investigaciones científicas.
Acabé mi visita y me dirigí a devolver la audio-guía, inmersa en mis pensamientos. He de reconocer que sales con mal cuerpo de ahí, qué clase de persona serías sino lo hicieras verdad? Es una visita que le recomiendo 100% a cualquier persona que visite Austria.
Cogí mi coche y continué mi aventura Austriaca dirección a los lagos y las montañas, pero eso os lo contaré en otra entrada 😉
Hola! ¿Quisiera saber cuanto tiempo tardaste en el recorrido? Gracias!
Hola! Hicimos una visita guiada que duró unas 2 horas aproximadamente